Posiblemente 23 y seguro 24
No hace falta un propósito para escribir, menos aún una hora... o alguna hora, un diario, o un poema para ser archivadoHace falta dejar fluir las ideas atrincheradas
Reseñar la bitácora de la alegría
Patafísicamene, atribuirse un título la fert verte, sepultadora de atributos
Descubrir el oro que brilla, observarlo, quizá admirarlo, y volverlo a cubrir
Pues, mas vale no arriesgarse con las simulaciones de los yo-es que embelezarse en el retrato de lo incierto, y sobretodo nocivamente peligroso.
-Nada parece lo que es-
Según la ciencia de la particularidad, que otro diría no importante, carente de consistencia metodológica o demostrable.
Prefiero observar la vida bajo la óptica mutable de lo subjetivo. La razón y la irracionalidad se fusionan y se separan.
La filosofía del raciocinio es arcaica, colma de sobreevaluación conceptual a los ignorantes, de un todo verificable.
¿Cómo verificar lo insustancial?, todos nos tambaleamos entra la cordura y la locura.
Es absurdo creer en la razón pura, si esta se desconoce.
De tanto pensar en el lenguaje termina el lenguaje pensándonos a nosotros.
O.Paz.
Estoy satisfecha de buscar la sabiduría sin ánimos de poseerla, ni por mil espirales me considero. Vd. Es Vd. Se dice: No soy filósofo, no anarquista, no el todo, si una nada,
esta demostrado.
Problemas es proporcional a esbozos, si es así, que vengan millones más, pues de cada uno, por mas insignificante que parezca le es inherente una clave para la batalla de la vida o la condena de la vida, cada uno respectivamente ofrece datos para el acertijo que descifrará a posteriori, el acceso a la liberación de las celdas en que deambulamos.
Particularmente, la vida se me figura una condena, pues los momentos de dicha son tranquilizadores, extraordinarios, pero fugaces e insustanciales.
Mientras que los momentos que te confrontan con fuerza, lagrimas, esos solo si los superas, claro está, son los genuinamente creadores, como diría Nietzsche, - De la escuela de la guerra de la vida-lo que no me mata me hace mas fuerte.
No amo la muerte, pues no la conozco
No amo la vida, pues ya la conozco
Por lo tanto, la muerte y la vida parecen ir sobre la misma línea.
Muertevidacondenadichalocuralocuraqueveodíaadíaenaceras, tronos, sueños, madres, padres, enseñanzas e ignorancias.
Azul redonda 30 estupidez soez.
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fernando -